"Aquellos días de Marzo" Sara Mañero
Ya sabéis cómo comenzó esta historia, de qué manera absurda me zambullí en vidas ajenas, sin que, en un principio, hubiese demasiadas diferencias con lo sucedido en anteriores ocasiones. No era la primera vez que la ficción era un trasunto de la realidad, ni tampoco lo era que, para empezar a escribir, debiese primero respirar el tiempo y el espacio de esos seres desconocidos, que acabarían por ser íntimos, y hacia allí me lancé, también en esta ocasión, con vehemencia. Tampoco era la primera vez que tenía entre mis manos las cartas de jóvenes aplastados por el peso de una Historia que construyeron sin saberlo, que me apiadé de sus sueños perdidos, de los años que no lograron vivir. Neila es escritora. Neila empieza contando cómo empezó a gestarse en su mente la novela que estamos leyendo. En una cena de San Juan, rodeada de sus amigos de siempre, salieron a relucir en la conversación las cartas que la madre de Juan, el marido de su amiga Carmen, había guardado durante toda su vida. J